La francesa Virgini Razzano saltaba a la pista central de Roland Garros con un gran crespón negro en su vestido, para recordar a su compañero sentimental y entrenador, Stephane Vidal, muerto hace una semana por culpa de un tumor cerebral que que padecía desde hace nueve años.
El público en pie recibió a la jugadora, que nunca dudó en jugar la competición, ya que antes de morir Vidal pidió a Razzano que siguiera compitiendo y que luchara en Roland Garros. Donde de este modo, su novia le ha querido rendir un homenaje. "Su deseo fue que siguiese con mi vida, que saliese a jugar por él y que siguiera en la lucha", confesó Razzano.
La tenista gala cumplió los deseos de su pareja y hoy jugó ante la australiana Jarmila Gajdosova. Aunque perdió por 6-3 y 6-1, el resultado fue lo de menos, ya que rindió el homenaje a su novio en la pista y sintió el calor de los aficionados franceses, así como de los grandes ilustres de la raqueta del país galo, también el de su rival, de la que se despidió con un gran abrazo al finalizar el partido.
Emocionada, después de su derrota agradeció todas las muestras de cariño que ha recibido. "Estoy en estado de shock, será duro volver a la realidad", admitió.
Emocionada, después de su derrota agradeció todas las muestras de cariño que ha recibido. "Estoy en estado de shock, será duro volver a la realidad", admitió.
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